Productos seguros para las personas y el medioambiente
piscina azul

Tratamiento de Agua de Piscinas

El uso de las piscinas genera una contaminación en el agua proveniente de diversas fuentes.

Entre ellas una deficiente limpieza de los equipos, de la propia limpieza de la piscina y muy especialmente la contaminación que aportan los mismos usuarios.
Cada persona que utiliza la piscina agrega al agua materia orgánica e inorgánica en gran cantidad además de millones de gérmenes.

Se estima que una sola persona es capaz de aportar unos 10 millones de gérmenes totales al agua de la piscina

El uso de desinfectantes químicos, generalmente cloro en cualquiera de sus formas, elimina o reduce hasta niveles seguros la mayoría de la carga microbiana.  Sin embargo estos compuestos también constituyen fuentes de irritaciones, alergias y otras patologías para los usuarios de las piscinas.

El problema es que suele utilizarse cantidades de cloro mayores de las necesarias para suplementar lo que se consume en reaccionar con los otros compuestos orgánicos no microbianos.

Restos cutáneos, sudor y aceites corporales además de lociones bronceadoras son oxidados por los compuestos clorados haciendo necesario agregar producto con mayor frecuencia para mantener una concentración segura, capaz de actuar eficazmente sobre los microorganismos.

 

piscina limpia

 

La incorporación de surfactantes naturales – derivados de plantas – al agua de la piscina permite degradar y separar estos compuestos oleosos, reduciendo la frecuencia de agregado de cloro ya que la concentración activa se mantiene por más tiempo.

 

El resultado es un agua mucho más limpia, más cristalina e igualmente segura.

Los surfactantes naturales están homologados por el Ministerio de Sanidad para el tratamiento del agua de piscinas, se utilizan en una concentración de 50 ppm y permiten reducir el consumo de cloro en más de un 50%.

Los surfactantes naturales para piscinas no reaccionan con los materiales estructurales – concreto, metales, resinas, fibra de vidrio, acero inoxidable, juntas, etc. –  se biodegradan en productos seguros y evitan el crecimiento de hongos y algas en bordes y zonas próximas.

…Y por supuesto, son totalmente seguros para las personas.